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Locura transitoria


Muy buenas. Sé que llevo mucho tiempo sin pasarme por aquí y son muchas las personas que me han “reclamado” (de forma cariñosa siempre) que volviese.

No es que no quiera volver, pero me cuesta ponerme. Siempre tengo alguna excusa o algo mejor que hacer.

Cada capítulo es doloroso y como ya te he dicho muchas veces trasladarme ahí me escuece. Cierto es que una vez que acabo es muy liberador y con todos los mensajes de apoyo que recibo la verdad que merece la pena.

Para ponerte en situación que seguramente ya se te haya olvidado donde me quedé, me habían dicho que efectivamente tenía cáncer y que debía visitar al oncólogo y empezar con el tratamiento cuanto antes.

El cáncer siempre es cuestión de tiempo.

Y madre mía qué caos hubo los siguientes días. Lo recuerdo con horror.

Visitando millones de hospitales, consultas, con la moto de aquí para allí y con una pedrada en la cabezota muy importante.

Yo estaba en una nube pero con una fuerza que brotaba del más allá y que me iba sosteniendo. Una especie de locura transitoria que se activa para afrontar lo que te está viniendo encima.

No está interiorizado ni digerido ni mucho menos procesado, pero esa locura te ayuda a actuar rápido y firme. Al menos a mí y es un tema que he compartido con otros pacientes. Es como una especie de adrenalina que te hace pensar que puedes con todo y que lo vas a superar.

Yo estaba enfocada en todo lo que tenía que hacer y tampoco quería profundizar mucho más.

Además en ese momento me tocaba tomar la difícil e importante decisión de dónde y con quién iba a tratarme.

El caso es que cuando te diagnostican un cáncer de repente te vuelves muy loca, (al menos eso me pasó a mí) pensando que tienes que consultar varias opiniones. Por si acaso. Además, de repente todo el mundo es experto y tiene médicos y conocidos especialistas que te dicen cómo tienes que hacer y a quién tienes que visitar.

Y yo antes de decidirme estuve dudando mucho, no te creas. Como ya te he comentado, mi amiga Raquel tiene muchos contactos y muy buenos y por si acaso, se movió rápidamente y contactó con un familiar lejano pero muy cercano, que casualmente y afortunadamente, tenía un alto cargo en La Paz.

La verdad es que se portó increíble conmigo y fue un encanto. Me concertó una cita con una ginecóloga maravillosa de allí; la Dra. María Herrera de la Muela. Cuántas veces me pregunto por qué no la elegí a ella. Era un cielo, tenía súper buenas referencias y me trató siempre con un cariño enorme. Pero claro, ella no era oncóloga si no ginecóloga.

Me dijo que estaba a mi disposición para lo que necesitase y vaya que si lo estuvo; ya te contaré.

Por otro lado, mi amigo Raúl tiene un primo oncólogo especialista en mama y en radioterapia en el HM Sanchinarro. Me convenció para ir a verle y saber también su opinión al respecto.

Así que para allí que me fui a ver al DR Montero que realmente fue un verdadero encanto. Muy profesional, muy cariñoso y muy humano. Es un crack como médico y como persona. Te hablaré de él más adelante porque también me trate con él pero por ahora solamente te cuento que me confirmó lo mismo que me decían todos, que ese era el tratamiento protocolizado para un caso como el mío, que la cirugía podía hacerse antes o después, pero que estaba bien la teoría de tratarme antes con la quimio para saber cómo respondía el tumor. También me dijo que estaba a mi disposición para ayudarme en lo que necesitase. Súper agradecida le dije que estaríamos en contacto.

Pero como ya te he adelantado decidí centralizarlo todo en el mismo sitio y el Dr Sainz de la Cuesta (el ginecólogo de Quirón Pozuelo), me había recomendado la oncóloga de este hospital, LGC.

Hasta entonces creí que yo calaba a las personas pero uno de los fallos más gordos de mi vida fue elegir a esta doctora. Es verdad que en ese momento estaba muy vulnerable, confundida y me dejé engatusar.

Fui a conocerla y me pareció una mujer que por su edad relativamente joven, podría conectar más conmigo y me entendería mejor.

No sé, me habían dado buenas referencias (ya no sé ni quién me engañó así) y además me gustó que tenía una fundación donde un grupo de mujeres corrían juntas y que eso era muy bueno para las pacientes. Siempre me han gustado las personas solidarias. He de decir que nunca fui a correr con ellas. Odio correr. Y menos mal porque después me he enterado que si no vas, te coge manía y es como una especie de mafia lo que tiene.

Ya te iré contando más pero con ella tenía la sensación de que le molestaba que yo dentro de todo estuviese bien. ¿Te lo puedes creer? ¿Tú medico? ¿Tu oncólogo? La persona en la que más tienes que confiar. Yo iba con mi sonrisa por bandera y no me duraba ni 20 segundos. Bastante surrealista todo. Dani sin embargo la caló desde el minuto 1. No le gustaba nada y me decía que tenía la sensación de que él le caía mal. No era él, éramos todos.

Me excusaba con que el médico no tiene que ser tu amigo sino un profesional pero joder, eso ya pasaba los límites.

Mi prima Mai me decía muchas veces que tenía que escribir un libro que se titulase, Mi oncóloga me odia. Que podía ser un bestseller.

El caso que finalmente me decidí por la dichosa señora LGC. Maldito el día. Me dijo que los pasos eran quimio y cirugía.

La quimio que me esperaba eran 4 sesiones de quimio cada 21 días de AC (Adriamycin y ciclofosfamida) AKA “la roja”, y 12 sesiones semanales de Taxol. Después ya tocaría la operación.

Y allí estaba yo en su consulta el 01/12/16 perdida y asustada y sin saber de dónde me salía esa extraña fuerza que me sostenía con mi lista de preguntas gigantes en las que incluía:

¿Se me va a caer el pelo sí o sí? - Sí. A los 15 días más o menos de la primera sesión se te va a caer.

¿Voy a poder ser madre después de esto? - “Como aún eres muy jóven, sería conveniente que hicieses una preservación de óvulos. Eso va a hacer que se retrase un poco el tratamiento. Deberías de correr. Es un proceso caro, te recomiendo que vayas al IVI y lo hagas cuanto antes.”

¿Hay alguna posibilidad de conservar mi pecho? - No. No podemos extirpar solo el tumor porque como es muy grande y tiene focos en diferentes cuadrantes del pecho, tenemos que quitar el pecho completo, piel y pezón incluido. Auch! Pupita de la buena. “Eso ya lo veremos…” pensaba yo. Pobre ilusa.

¿Tengo que dejar de fumar? - Sería conveniente pero no es necesario ya que tú no tienes un cáncer de pulmón. (Sí sí…, esto me soltó)

¿Tengo que dejar de comer o beber algo? - Dieta mediterránea. Duerme bien y haz ejercicio.

¿Tengo que usar cremas especiales? - Mucha protección solar.

¿Puedo estar con una perrita e incluso que duerma conmigo? - ¡Por supuesto! No hay ningún problema.

Cuando tengas solucionado lo de la preservación, empezamos con el tratamiento. Mantenme informada. Mientras tanto te vamos a hacer un Pet Tac. ¿Y eso que narices será?

Pues eso ya te lo cuento el próximo día que bastante rollo te he soltado. Mientras tanto muy #cabezota, sigo caminando.

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